El problema a resolver es la ausencia total de documentación técnica, mapas actualizados, inventarios urbanos y sistemas de gestión operativa en muchas localidades, lo que genera caos institucional, deterioro acelerado de la infraestructura, nula planeación y exclusión del financiamiento público. El reto consiste en transformar estos entornos invisibilizados en territorios ordenados, estructurados y gestionables, con evidencia técnica verificable. El desafío es implementar esta transformación de forma integral, digital y participativa, superando resistencias políticas, técnicas y culturales, y logrando que cada tramo urbano cuente con expedientes, bitácoras y soluciones que permitan planear, conservar y responder eficazmente a los problemas cotidianos y emergencias urbanas.